Una compañía de seguros cautiva es una compañía de seguros autorizada que se utiliza para cubrir una amplia gama de riesgos según las necesidades del negocio. Muchas empresas comienzan con coberturas como el deducible o las partes autoaseguradas de responsabilidad civil general, accidentes automovilísticos, daños materiales y compensación laboral, pero a menudo amplían las coberturas para incluir riesgos específicos como responsabilidad administrativa, responsabilidad ambiental, terrorismo, ciberseguridad, responsabilidad profesional y reclamaciones de garantía extendida. Los riesgos pueden ser propios o de terceros, y las empresas pueden ser creativas en la forma en que utilizan sus programas de cautivas.

Las entidades con cautivas son diversas en escala y perfil de riesgo, empresas privadas y organizaciones sin fines de lucro. La utilización de cautivas abarca sectores del mercado como la automoción, las telecomunicaciones, la tecnología, el comercio minorista/consumo, la manufactura, la atención médica, la industria farmacéutica y la energía.

Los beneficios de una compañía cautiva incluyen la capacidad de adaptar la cobertura a riesgos difíciles de asegurar o emergentes, aplicar estrategias alternativas para lidiar con los ciclos del mercado de seguros, brindar incentivos financieros para el control de pérdidas, ofrecer flexibilidad en la gestión de riesgos, ofrecer soluciones de seguros creativas, asignar costos a unidades de negocios y consolidar la gestión de riesgos.

Una compañía cautiva opera como una aseguradora tradicional y está sujeta a los requisitos regulatorios estatales, aunque potencialmente menos onerosos que los del mercado comercial. Los requisitos incluyen informes financieros, respaldo de capital y solvencia, suficiencia de reservas y un dictamen actuarial anual.